Nuestra Galaxia, la Vía Láctea, está rodeada por unos 200 grupos de estrellas, que se llaman cúmulos globulares. Son casi tan viejos como el Universo, y guardan pistas valiosas sobre cómo se formaron las primeras estrellas y galaxias.
Los astrónomos habían pensado que el número total de cúmulos globulares crecía durante picos de formación de estrellas llamadas "brotes de formación de estrellas", cuando el Universo era joven. Sin embargo, utilizando una simulación por computadora, un equipo de astrónomos ha encontrado que los brotes de formación estelar realmente destruyen más de estos cúmulos globulares de los que ayudaron a crear.
Los brotes de formación estelar se originan a menudo por la colisión de dos galaxias. Durante los brotes, el gas, el polvo y las estrellas todavía se están desparramando debido a la colisión galáctica. Esto significa que el tirón de la gravedad sobre los cúmulos globulares por parte del gas, el polvo y las estrellas está cambiando constantemente. Esto es suficiente para desgarrar la mayoría de los cúmulos de estrellas y sólo los más grandes son suficientemente fuertes para sobrevivir.
Los astrónomos dicen que esto explica por qué el número de estrellas que contienen los cúmulos globulares es aproximadamente el mismo en todo el Universo entero. "En el Universo primitivo, los brotes de formación de estrellas eran muy habituales, así que tiene sentido que todos los cúmulos globulares tengan aproximadamente el mismo número grande de estrellas. Sus hermanos y hermanas más pequeños no contenían tantas estrellas y estaban destinados a ser destruidos", afirma el astrónomo Diederik Kruijssen.
Dato curioso
¡los cúmulos globulares supervivientes que rodean la Vía Láctea contienen, cada uno de ellos, hasta un millón de estrellas!
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Este Space Scoop está basado en un comunicado de prensa de la Royal Astronomical Society.
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